fonoaudiologia

Los 9 minutos más importantes para tu hijo

 

Cada minuto que pasa en la vida de tu hijo le afecta de diferentes maneras, recalcando un carácter determinado y dejando marcas en su personalidad. Cuando comienza cada día hay una nueva oportunidad para que vaya consolidando su forma de ser, valores y comportamientos positivos para él, pero existen determinados momentos que tienen mayor influencia para ellos que otros.

Los padres no pasan todo el tiempo existente con sus hijos ya que sabemos que esto es imposible hoy en día, pero sabemos cuándo hay que estar su lado para compartir su tiempo y sus intereses, o cuándo debemos dejarles un poco de libertad para que puedan dar rienda suelta a su imaginación y desarrollar su creatividad. Es muy importante cuánto tiempo pasamos con nuestros hijos, pero lo es aún más lo que hacemos con él.

A continuación os desvelamos cuáles son los minutos más importantes del día que no debemos pasar por alto:

 

  • Los 3 minutos después de levantarse por la mañana

La forma de despertar a tu hijo por la mañana afecta en gran medida a su estado de ánimo y a su actividad diaria. Es mejor despertarle con amor y cariño en vez de encender las luces o subir las persianas de golpe gritando que debe levantarse. Una voz afectuosa y unos besos en la cara son más que suficientes para que se ponga de pie con más entusiasmo y con una gran sonrisa para afrontar mejor el día.

 

  • Los 3 minutos después de volver del colegio

Cuando tu hijo vuelva de la escuela o de la guardería, no debes olvidar preguntarle acerca de qué tal le ha ido el día, si ha hecho nuevos amigos, si ha jugado mucho, etc. Mostrar interés en lo que hace hará que tenga más confianza en nosotros como padres.

 

  • Los 3 minutos antes de acostarse

Los expertos confirman que los minutos anteriores a irse a la cama son los más importantes del día para tu hijo y le afectan en su estado y en su actividad del día siguiente. Debemos acostarle con amor y ternura, cantándole su canción favorita, leyéndole un cuento que le guste o simplemente diciéndole cuánto le queremos y dándole finalmente un beso de buenas noches. Así podremos ver mientras duerme una cara de felicidad y de descanso en él, necesaria para afrontar el día siguiente sin problemas.

 

estos y muchos consejos mas puedes encontrar mediante una guia terapeutica especializada que se enfoca en tu hijo y en su desarrollo, lenguaje, motricidad, dispositivos basicos de aprendizaje, logica matematica y estimulacion adecuada, encuentra esto y mucho mas AQUI

Fuente: 
https://blog.bosquedefantasias.com/crianza/los-9-minutos-mas-importantes-hijo

mi hijo no habla bien ¿es normal?

Hay alteraciones propias de la edad que se corrigen solas, pero otras necesitan ayuda para solucionarse. Aquí encontrarás los trastornos de lenguaje más comunes entre los tres y cuatro años.

 

Muchos padres suelen preocuparse por lo que ellos consideran «problemas» en el lenguaje de sus hijos. Aunque cada niño evoluciona a su propio ritmo, saber qué es normal y qué no a esta edad puede ayudar a detectar precozmente retrasos y alteraciones del habla. Es muy importante descubrirlo cuanto antes, porque cuando los defectos del lenguaje son leves, puede bastar con la actuación adecuada de los padres; pero si existen trastornos serios, será necesaria la intervención de un especialista.

No pronuncia correctamente algunos sonidos

Una de las alteraciones más frecuentes en el lenguaje infantil son las llamadas dislalias: el niño no pronuncia correctamente uno o varios sonidos del lenguaje (los omite o los sustituye por otros).

Hasta entrados los seis años, generalmente, no dominan la correcta producción de todos los sonidos del habla. Por eso, a los tres y cuatro años, no toda pronunciación incorrecta puede considerarse dislálica o retrasada. Con tres años es normal que simplifiquen las palabras complejas mediante mecanismos de «asimilación» (por ejemplo decir «fufanda» en vez de «bufanda»).

Sin embargo, puede considerarse retraso, y los padres deberán tomar medidas, si un niño de tres años presenta alguno de los siguientes errores:

  • Ceceo (pronunciación del sonido /z/ en lugar del sonido /s/): «zopa» en vez de «sopa».
  • Guturalización del sonido /r/: «togue» en lugar de «torre».
  • Sustitución de los sonidos que se articulan en la parte posterior de la boca (/k/, /g/, /j/, /ch/, /ll/ y /ñ/), por otro que se articula en la parte anterior (/t/, /d/, /s/, /l/ y /n/): «sapa» por «chapa» o «lave» por «llave»...
  • Omisión de las consonantes finales de las palabras: «baló» en vez de «balón».

Tartamudea

En ocasiones, a los tres o cuatro años aparece el denominado tartajeo fisiológico. El niño actúa como si fuese tartamudo (a causa de ciertos bloqueos musculares, su expresión verbal se interrumpe por la repetición innecesaria de sílabas y/o palabras).

Sin embargo, a esta edad no suele tratarse de una alteración del lenguaje, sino de una etapa normal en su evolución: el niño piensa más rápido y con mayor complejidad de lo que puede hablar. En estos casos, lo mejor es que aquellos que rodean al pequeño se comporten normalmente y no le angustien.

Un tartamudeo fisiológico no es un defecto y, por ello, no hay que intentar corregirlo. Si los padres lo detectan, deben seguir las siguientes pautas:

  • Dejemos que el niño termine las frases sin mostrar impaciencia y fijándonos más en lo que dice que en cómo lo dice.
  • No hay que rectificarle ni hacer observaciones sobre su aparente problema.
  • No es bueno insistirle en que repita las palabras.
  • No debemos dar importancia al problema y tampoco transmitir al niño ansiedad con palabras o gestos.
  • Nunca se debe regañar al pequeño por sus dificultades ni imitarle y, mucho menos, burlarnos de él por su forma de hablar.
  • Habrá que acudir al especialista solo si el problema continúa a los cinco años o si existen otros problemas de la fluidez del habla asociado a este, como silabeo o problemas de articulación.

Cambia el orden de las sílabas

A los niños de esta edad les resulta difícil pronunciar en el orden correcto las sílabas de las palabras largas o que tienen mayor complejidad: dicen «cocholate» en lugar de «chocolate», «comolotora» o «mocolotora» por «locomotora», etc. Pero, si no existen otros problema asociados, tales inversiones de sílabas suelen desaparecer espontáneamente después de algún tiempo, una vez que cumplen los cinco años. Solo si las traslocaciones de sílabas persisten más allá de esta edad, o se resisten a los intentos de corrección, podremos hablar de un verdadero trastorno del habla. En este caso, habrá que acudir a un especialista.

¿Qué hacer?

  • Si existen problemas de inversión, lo primero es llamar la atención del niño sobre el orden correcto de las sílabas de las palabras problemáticas.
  • Le pediremos que repita tranquilamente la palabra, sílaba por sílaba, para que, después, intente decirla de un tirón.

Si detectamos en el niño inversiones de sonidos y problemas de pronunciación, hay que profundizar un poco mas por medio de una valoracion terapeutica y se nos den los consejos necesarios para mejorar el lenguaje en nuestros niños.

necesitas saber como? haz click aqui

 

Fuente: 
https://www.serpadres.es/3-6-anos/educacion-desarrollo/articulo/no-habla-bien-es-normal

Consejos para comprar y usar audífonos

Es muy común ver en las calles a niños, jóvenes y adultos inmersos en el sonido que escuchan

en sus audífonos. Estos dispositivos se encuentran en todos los tamaños, diseños y colores.

 

Para David Manuel Buitrago, ingeniero de sonido de la Universidad de San Buenaventura en Bogotá, lo más importante a la hora de comprar audífonos es tener claro para qué los va a usar y así poder conocer la relación entre calidad y precio.

En cuanto a características básicas, el especialista recomienda tener claro si quiere audífonos por fuera del oído o por dentro del oído. Los primeros cubren toda la oreja y “es menos probable que el ruido externo interfiera con el sonido interno”, mientras que con los segundos, que entran al oído, “la desventaja es que pueden causar en el usuario tal aislamiento que tienden a ignorar alarmas o sonidos externos que pueden advertirle peligro”.

Para el fonoaudiólogo Luis Carlos Zapata, son preferibles los audífonos grandes o de orejera porque los que se introducen en el oído “pueden causar en algún momento tapones de cera que aunque la cera sea normal, se puede acumular y eso si no es bueno”.

En cuanto al sonido de ambos, los grandes “pueden reproducir más fielmente las frecuencias bajas (bombo, bajo, etc.), mientras que los dispositivos que van dentro del oído reproducirán frecuencias altas (los brillos) con mayor facilidad. Para el fonoaudiólogo los de orejera pueden dar más nitidez y direccionalidad a la onda acústica.

Al momento de comprar estos dispositivos hay que tener en cuenta la frecuencia, “este dato lo proporciona el fabricante, el oído humano es sensible a frecuencias desde 20 a 20.000 Hz, por lo que cualquier dispositivo que tenga esta respuesta en frecuencia será adecuado”, confirma Buitrago.

Es muy importante para ambos especialistas el hecho de no usar los audífonos en ambientes donde haya mucho ruido, “una persona, por ejemplo, en plena avenida Oriental con la Playa en hora pico, donde los decibeles de sonido llegan a 85, no debería usar audífonos. Por encima de 80 decibeles no es sonido, es ruido y eso es dañino no solo para el sistema auditivo sino que también puede causar estrés, ansiedad y depresión”, afirma el fonoaudiólogo.

Por su parte Buitrago confirma que la Universidad de San Buenaventura adelanta un proyecto de investigación que pretende determinar los factores que pueden afectar la salud auditiva de un consumidor, “dentro de este proyecto se evalúa un parámetro llamado Pérdida por Inserción: la medición objetiva del aislamiento acústico real que provee un par de audífonos”.

La justificación, afirma Buitrago, se basa en la suposición que al estar expuestos al ruido ambiental como el tráfico vehicular, los usuarios de dispositivos con baja Pérdida por Inserción (Aislamiento Acústico Pobre) tienden a aumentar el volumen de reproducción de los audífonos poniendo en riesgo su salud auditiva.

Según Zapata lo mejor es usar los audífonos en un lugar tranquilo, con un volumen de medio hacia abajo para que no haya problemas que ahora no se ven, “esas pérdidas auditivas solo se ven en el mediano y largo plazo, el efecto colateral se ve entre 5 a 10 años después con pérdida de audición”.

Si otra persona escucha lo que usted está oyendo en unos audífonos, tenga en cuenta que el volumen es exagerado y puede ser dañino para su oído.

Recomienda el fonoaudiólogo que una persona debe visitar al menos una vez al año a un especialista para verificar cómo está su audición.

 

El cuidado de los audífonos

Los audífonos que van por encima de la oreja presentan una construcción más robusta y en consecuencias su vida útil es mayor.

Pero como cualquier dispositivo electrónico, los audífonos deben ser manipulados de manera adecuada, las recomendaciones de cuidado son las siguientes, según Buitrago:

1Enrollar adecuadamente el cable evitando torcerlo, los cables de los audífonos consisten en la unión de varias fibras de cobre, recubiertas por una o varias capas de caucho, al forzar el cable es posible ocasionar la ruptura de las fibras, lo que resultará en un daño.

2Evite golpear las cápsulas o sumergirlas, esto afectará el funcionamiento del parlante.

3Los audífonos de inserción requieren de cuidados adicionales, al ubicarse dentro del oído están expuestos a una fácil propagación bacteriana debido al cerumen que produce el oído medio, para evitar infecciones deben limpiarse periódicamente y tratar de no compartirlos con otras personas para evitar la transmisión bacteriana.

4. Tener especial cuidado con las uniones, de ser posible es conveniente reforzarlas con otro material.

 

 

La música estimula el lenguaje en los niños

Cuando los niños están adquiriendo los elementos de lenguaje y desarrollando sus habilidades de comunicación, la música puede ser una poderosa herramienta que los motiva a mejorar su vocabulario y aprender  a usar estructuras nuevas.

Sobre todo si estás promoviendo la adquisición de un segundo idioma, aprovecha la ayuda de la música para que tus hijos disfruten más el proceso y se queden con patrones auténticos grabados en su memoria.

La música apoya el lenguaje por las siguientes razones:

1. Tiene ritmo.

Cada idioma tiene sus propios ritmos y cadencias. Las sílabas acentuadas se marcan en las canciones de forma natural.

El ritmo es pegajoso, y es mucho más factible que tu hijo aprenda a hablar con la entonación y el énfasis correctos si agarra el hábito de las canciones.

Si escoges música para practicar el ritmo de un idioma, asegúrate que tenga buenos ejemplos de la forma correcta de acentuar palabras y frases,y que tenga un buen ritmo reconocible.

2.  Es sonido auténtico. 

¿Cómo suena el idioma?Las canciones (sobre todo las tradicionales) reproducen el lenguaje auténtico.

La pronunciación correcta y la entonación se pueden disfrutar a través de canciones como “El comal le dijo a la olla” del compositor mexicano Gabilondo Soler.Cuando el comal y la olla se pelean, se puede apreciar cómo suena una discusión en español.

También las canciones proporcionan ejemplos de usos onomatopéyicos del lenguaje auténtico.Por ejemplo “El pollito Pío” reproduce los sonidos que hacen los animales en español.

3.  Es repetitiva.

Las canciones suelen repetir el coro, dando a los niños una buena oportunidad para aprender frases y dichos.  Este ejercicio les agiliza la lengua para que aprendan a hablar con más fluidez.

Cuando se está desarrollando el lenguaje, la repetición ayuda a fijar patrones de ritmo y entonación en el cerebro. Por eso los arrullos son tan efectivos con los niños más chiquitos.

4.  Sigue una secuencia. 

Uno de los retos del aprendizaje de lenguaje es secuenciar objetos, personas y eventos, porque el niño tiene que tener conciencia de lo que viene atrás para vincular lo nuevo.

Las canciones “acumulativas”, que se repiten y van agregando un elemento nuevo cada vez, son buenas para practicar las secuencias y también para ejercitar la memoria mientras que los niños van hilando los elementos por la relación lógica entre sí.

5.  Cuenta una historia. 

Escuchar cuentos enriquece infinitamente el lenguaje en los niños, ya que les ayuda a imaginar escenarios ajenos y a conocer personajes interesantes, cada uno con su problemática.

Los niños que escuchan las historias que cuentan sus papás adquieren más vocabulario más pronto, y las historias les ayudan a internalizar valores y lecciones de diferentes culturas.

Las historias cantadas tienen aun más poder, ya que siguen con la tradición oral, que hace del cuento una fórmula de palabras y sonidos que se queda para siempre en la memoria y en el corazón.

6.  Estimula la imaginación.

La música nos llega al corazón sin el intermediario de la razón ni la realidad.Muchas canciones infantiles se basan en la fantasía y en la combinación insólita de elementos que no se ven juntos en el mundo real.

Entender lo insólito y lo ridículo es desarrollar el lenguaje en un nivel bastante sofisticado aunque se encuentran canciones así para los niños muy chiquitos, basados en la combinación de sonidos más que en la unión de ideas.

Los niños están llegando al dominio de un lenguaje más abstracto y maduro cuando pueden disfrutar las imágenes fantasiosas y lo imposible.

7.  Es divertida. 

La convivencia agradable con personas cercanas a los niños es clave para el desarrollo del lenguaje.  Por lo tanto, en vez de poner a tu hijo en un cuarto solo con las canciones en la grabadora, es muy importante que tú estés presente, cantando, bailando y disfrutándolas con él.

Aprovecha la apertura que provoca la música para convivir con tu hijo en un ambiente relajado y compartir momentos de diversión.  Y si tú tocas algún instrumento o te gusta cantar, pues ¡tanto mejor!  Disfruten juntos la convivencia musical; verás los resultados en el lenguaje de tu hijo.

 

Fuente: 
http://hijos.about.com/od/Salud/fl/La-muacutesica-estimula-el-lenguaje-en-los-nintildeos.htm

Problemas para pronunciar la "r": rotacismo

Es bastante frecuente que los niños que empiezan a hablar tengan problemas para pronunciar la “r”. A este trastorno se le llama rotacismo, es el nombre que se le da a la dislalia selectiva del fonema “r”. Una dislalia es una incapacidad para pronunciar correctamente ciertos sonidos o grupos de sonidos.

El trastorno para pronunciar la letra “r” suele ser pasajero, es una de las letras más complicadas de pronunciar junto con la “d” y la “z”, por eso es una de las últimas en adquirir, pero se corrije a medida que el niño va practicando el habla y afinando la audición.

Sin embargo, si cumplidos los cinco años, cuando el niño ya debería pronunciar correctamente todos los fonemas, todavía no lo tiene superado, es conveniente consultar con un fonoaudiologo para determinar el origen del problema y buscar una tratamiento.

¿Por qué tiene problemas para pronunciar la “r”?

El rotacismo no se debe a un problema de retraso ni psicológico. El uso prolongado del chupo puede ser un precedente, así como que alguno de los padres también tenga algún problema para pronunciar la “r”. Recordemos que los niños aprenden los sonidos por imitación, por lo cual es muy factible que pronuncie como lo hacen sus mayores.

Luego, hay dos causas principales. Por un lado, la más frecuente, es una mala colocación de la lengua y del aire, haciendo que el sonido no se pronuncie de la forma adecuada.

Otra posibilidad es que exista un problema físico que impida la emisión de ciertos sonidos, como frenillo sublingual, hendidura del paladar o tal vez hipoacusia. Antes de comenzar con un tratamiento es importante conocer la causa del rotacismo para saber qué camino seguir.

La “r” es una consonante alveolar, cuyo sonido se consigue haciendo vibrar la punta de la lengua contra el paladar. El problema radica en que el niño no es capaz de hacer correctamente esta articulación y hay que enseñárselo. Puede haber problemas para pronunciar la vibrante simple (“r” suave) o múltiple (“rr” fuerte”).

A su vez hay diferentes clases de rotacismo, dependiendo del lugar y modo de pronunciar el sonido. Puede ser labial, lingual o velar (“r” francesa)

¿Qué puede hacer un fonoaudiologo por el niño?

El fonoaudiologo es un profesional capacitado para reeducar los procesos de articulación del habla. Primero determinará el origen del problema y llevará a cabo una terapia trabajando los músculos de la cara, de la lengua y la respiración para conseguir que el niño pronuncie adecuadamente.

La duración del tratamiento depende de cada niño y del grado de dificultad que presente, pero puede durar semanas o meses.

¿Por qué hay que corregir el rotacismo?

En la edad a la que el niño empieza a leer y escribir, el no poder pronunciar correctamente ciertos fonemas trae consecuencias en el aprendizaje de la lectura y de la escritura. Al no pronunciarla no la reconocen haciendo muy difícil la comprensión de la lectura. Hay niños que hasta evitan las palabras que llevan la “r” dificultando la expresión oral.

Es un trastorno que conviene tratar cuanto antes. El tratamiento es muy efectivo y da excelentes resultados. De no ser curado el problema se enraíza y es más difícil solucionarlo.

Puede provocar baja autoestima, hacer que el niño se recluya, retraso escolar y en algunos casos acarrea otros defectos del habla como la tartamudez.

El rotacismo, problemas para pronunciar la “r” es un trastorno que con la ayuda de un fonoaudiologo, y fundamentalmente el apoyo de los padres, puede superarse fácilmente.

Fuente: 
http://www.bebesymas.com/desarrollo/rotacismo-problemas-para-pronunciar-la-r

Problemas para pronunciar la "r": rotacismo

Es bastante frecuente que los niños que empiezan a hablar tengan problemas para pronunciar la “r”. A este trastorno se le llama rotacismo, es el nombre que se le da a la dislalia selectiva del fonema “r”. Una dislalia es una incapacidad para pronunciar correctamente ciertos sonidos o grupos de sonidos.

El trastorno para pronunciar la letra “r” suele ser pasajero, es una de las letras más complicadas de pronunciar junto con la “d” y la “z”, por eso es una de las últimas en adquirir, pero se corrije a medida que el niño va practicando el habla y afinando la audición.

Sin embargo, si cumplidos los cinco años, cuando el niño ya debería pronunciar correctamente todos los fonemas, todavía no lo tiene superado, es conveniente consultar con un fonoaudiologo para determinar el origen del problema y buscar una tratamiento.

¿Por qué tiene problemas para pronunciar la “r”?

El rotacismo no se debe a un problema de retraso ni psicológico. El uso prolongado del chupo puede ser un precedente, así como que alguno de los padres también tenga algún problema para pronunciar la “r”. Recordemos que los niños aprenden los sonidos por imitación, por lo cual es muy factible que pronuncie como lo hacen sus mayores.

Luego, hay dos causas principales. Por un lado, la más frecuente, es una mala colocación de la lengua y del aire, haciendo que el sonido no se pronuncie de la forma adecuada.

Otra posibilidad es que exista un problema físico que impida la emisión de ciertos sonidos, como frenillo sublingual, hendidura del paladar o tal vez hipoacusia. Antes de comenzar con un tratamiento es importante conocer la causa del rotacismo para saber qué camino seguir.

La “r” es una consonante alveolar, cuyo sonido se consigue haciendo vibrar la punta de la lengua contra el paladar. El problema radica en que el niño no es capaz de hacer correctamente esta articulación y hay que enseñárselo. Puede haber problemas para pronunciar la vibrante simple (“r” suave) o múltiple (“rr” fuerte”).

A su vez hay diferentes clases de rotacismo, dependiendo del lugar y modo de pronunciar el sonido. Puede ser labial, lingual o velar (“r” francesa)

¿Qué puede hacer un fonoaudiologo por el niño?

El fonoaudiologo es un profesional capacitado para reeducar los procesos de articulación del habla. Primero determinará el origen del problema y llevará a cabo una terapia trabajando los músculos de la cara, de la lengua y la respiración para conseguir que el niño pronuncie adecuadamente.

La duración del tratamiento depende de cada niño y del grado de dificultad que presente, pero puede durar semanas o meses.

¿Por qué hay que corregir el rotacismo?

En la edad a la que el niño empieza a leer y escribir, el no poder pronunciar correctamente ciertos fonemas trae consecuencias en el aprendizaje de la lectura y de la escritura. Al no pronunciarla no la reconocen haciendo muy difícil la comprensión de la lectura. Hay niños que hasta evitan las palabras que llevan la “r” dificultando la expresión oral.

Es un trastorno que conviene tratar cuanto antes. El tratamiento es muy efectivo y da excelentes resultados. De no ser curado el problema se enraíza y es más difícil solucionarlo.

Puede provocar baja autoestima, hacer que el niño se recluya, retraso escolar y en algunos casos acarrea otros defectos del habla como la tartamudez.

El rotacismo, problemas para pronunciar la “r” es un trastorno que con la ayuda de un fonoaudiologo, y fundamentalmente el apoyo de los padres, puede superarse fácilmente.

Fuente: 
http://www.bebesymas.com/desarrollo/rotacismo-problemas-para-pronunciar-la-r

Siete juegos para estimular el habla del bebé

Del balbuceo a las palabras. Este es el primer camino por el lenguaje que recorre el bebé. Comienza cuando emite sus primeros fonemas, alrededor de los siete o nueve meses. Cuando cumple los 12 o 15 meses, ya suele ser capaz de denominar algo por su nombre. A partir de entonces, y hasta que alcanza los cinco años, el pequeño desarrolla su capacidad lingüística. Amplía poco a poco su vocabulario y aprende a construir frases completas. El niño aprende a hablar.Este aprendizaje se produce de forma natural, pero adaptado al ritmo y características de cada menor. Sin embargo, sí hay juegos y actividades con las que se puede apoyar el habla del bebé. "La actitud de los padres no debe ser pasiva",  que sostiene que el medio que rodea al niño tiene un papel muy relevante en su desarrollo del habla. "Desde las primeras edades, el entrenamiento auditivo es la base para el correcto desarrollo de la comunicación oral", apunta, por su parte, Margarita Gil, directora de un gabinete de aprendizaje y lenguaje.A continuación se explican algunos juegos para apoyar a los pequeños en su aprendizaje del habla que recomienda esta especialista.

 

 4  juegos de sonidos para aprender a hablar.

Los juegos si son divertidos para los niños pero, además, le pueden ayudar a aprender a hablar.

El traductor de sonidos

Un buen ejercicio para que el pequeño aprenda a discriminar los sonidos y los relacione con el lenguaje es hacer de traductor de sonidos. Para ello, el adulto debe traducir con la palabra correspondiente los sonidos y ruidos cotidianos que se producen de forma habitual, como el timbre de la puerta, la lavadora o el teléfono. También se pueden utilizar los de la calle: una sirena, pitidos, un perro o coches. Y los de la naturaleza un pájaro, el viento, la lluvia, etc.

¿Dónde estoy?

Con este juego se puede enseñar a los más pequeños a localizar el origen del sonido. El adulto se puede ocultar en distintas partes de la casa y emitir un sonido desde su escondite. También se puede hacer esta actividad con la ayuda de un juguete sonoro.

¡Saca la lengua!

Una buena idea para trabajar la motricidad labiolingual es decirle al pequeño que su cara es una casita, en la que los ojos son ventanas, la nariz el timbre, la boca la puerta y la lengua un amigo que está dentro de ella. 

Este juego permite entrenar los movimientos. Para ello, hay que pedir al niño que llame al timbre, abra la puerta y que deje salir (y volver a entrar después) a su amigo para dar un paseo.

Vamos a soplar

Para aprender a articular bien las palabras, el niño debe ejercitar la respiración y también aprender a acompasar el ritmo de la misma. Un buen ejercicio para ello es jugar a hinchar globos. 

Otra propuesta es colocar pequeñas bolitas de papel o de algodón sobre una superficie lisa y soplar sobre ellas para lograr que lleguen las primeras a la meta.

3  juegos para ampliar y reforzar el vocabulario del niño.

Cuando el pequeño ya ha aprendido a expresar sus primeras palabras, se puede estimular y reforzar su vocabulario. Para ello existen otros juegos útiles, que le permiten, además, entender el significado.

Estas son algunas propuestas:

¿Qué hay ahí?

Un cuento con ilustraciones para niños, una lámina o una revista servirán para ayudar al pequeño a ampliar el vocabulario. El juego consiste en contemplar juntos las imágenes y pedirle que señale y enuncie lo que ve en ellas. Cuando no sepa el nombre de alguna de las cosas que observa, el adulto debe decirle qué es y hacerle una breve descripción.

El tren de las palabras

"Llevo un vagón de... (fruta, animales, colores, etc)". A partir de esta frase el niño y el adulto empiezan a llenar el tren con palabras de la familia elegida. El adulto puede incorporar las menos usuales para que el pequeño pueda participar de forma activa en el juego, a la vez que aprende nuevas palabras.

Veo, veo

Este clásico juego enseña al niño a describir cosas y le ayuda a desarrollar vocabulario. El menor (o el adulto) elige un objeto que esté a la vista y comienza a dar pistas, entre ellas, su color, la letra por la que empieza o su situación. El turno termina cuando el otro jugador adivina qué es.

Consejos para no frenar el habla del niño

  • Dejarle hablar. No interrumpir al niño cuando quiere expresarse para corregirle, ni terminar las frases por él para acelerar la conversación.
  • Aprovechar cualquier ocasión para introducir más vocabulario, explicarle las palabras nuevas y su significado.
  • Leer con el pequeño cada día y dejarle participar de forma activa en la lectura. Hay que responder a sus preguntas sobre ella.
  • No corregirle cuando articule mal una palabra. Es mejor introducir el término de forma correcta de nuevo en la conversación.
  • Los padres son el principal modelo lingüístico para el niño. Por eso hay que cuidar el propio vocabulario y evitar utilizar un lenguaje infantilizado con el pequeño.

 

Fuente: 
www.consumer.es