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Estimula las habilidades motoras finas de tu niño (1 a 3 años)

Cuando se trata de usar sus habilidades motoras gruesas (para caminar, saltar y correr) seguro que tu hijo no necesita que lo alienten mucho.

Pero es igual de importante que trabaje en mejorar sus habilidades motoras finas, que son los movimientos pequeños del pulgar, los dedos, las manos e incluso las muñecas (porque éstas ayudan a desarrollar muchas otras habilidades vitales, tanto mentales como físicas).

"Apilar bloques, por ejemplo, involucra no sólo recoger los bloques, sino también saber qué hacer con ellos y planear la acción", afirma Gay Girolami, fisioterapeuta y directora ejecutiva de la fundación Pathways Awareness Foundation, una organización sin fines de lucro dedicada al desarrollo físico en la ciudad de Chicago. 

¿Cómo puedes ayudar a tu hijo a mejorar sus habilidades motoras finas? Como bien sabe cualquier mamá o papá que haya escuchado a su nene decir: "¡Yo!", los niños pequeños están deseando probar cosas nuevas. 

Por supuesto, tu hijo no podrá hacer todo lo que quiere de inmediato, pero con apoyo, estímulo y mucho tiempo para aprender, podría sorprenderte. Así que déjalo hacer tareas sencillas, como vestirse (puede empezar a pasar botones grandes por ojales) y hacer el desayuno (dale una espátula, una rebanada de pan tostado y un tarro de mermelada y deja que la unte). 

Recuerda también que la variedad hace la vida más interesante, así que cambia las cosas de vez en cuando. Las siguientes actividades, por ejemplo, ayudarán a tu hijo a reforzar sus habilidades motoras finas y le ayudarán a fomentar algunas nuevas. 


Llenar y vaciar


Como ha dejado muy claro la estela de “destrucción” que deja a su paso a diario, vaciar un recipiente requiere mucha menos precisión que llenarlo. Ésta es una de las primeras proezas motoras que dominará tu hijo y, cuando lo haga, es probable que lo repita una y otra vez.


Aunque sea exasperante a la hora de limpiar, vaciar es un importante ejercicio cognitivo: tu niño está empezando a darse cuenta de que un objeto, como un cubo, puede contener otro objeto u objetos, como tierra o arena. Una vez que se dé cuenta de esto, se deleitará al notar que el cubo también se puede vaciar. 

Prepárate para esta etapa, estableciendo áreas para jugar y ofreciendo actividades que tu pequeño pueda realizar fácilmente. Sacar bloques de madera de una caja grande, juguetes de un baúl y piezas resistentes de un rompecabezas lo mantendrá ocupado y podría distraerlo de actividades menos aceptables, como vaciar una bolsa de comida para gatos en el piso.

Una vez que domine el paso de “sacar”, es hora de aprender a “meter”. Algunas de estas tareas pueden realizarse en el orden inverso (aunque tal vez no puedas generar mucho entusiasmo respecto a guardar juguetes) y eso flexionará los “músculos” mentales y visuales de tu hijo, al igual que sus habilidades motoras finas. 

Anímalo después a probar una actividad que presente un reto mayor, como meter cereal en forma de “O” en un recipiente con un cuello ligeramente angosto, o dale un juguete para colocar diferentes formas geométricas en el agujero correspondiente. 


Vestirse y desvestirse

 

Hace diez minutos vestiste a tu hijo con su mejor ropa de domingo. Ahora que estás lista para salir, ¡está totalmente desnudo otra vez! Ponerse y quitarse la ropa y los zapatos es algo que deleita a los niños de entre 1 y 3 años. 

Pero tu hijo no lo hace para agotar tu paciencia. Y vestirse y desvestirse, o vestir y desvestir a un muñeco, le proporciona numerosas oportunidades para practicar la coordinación de sus dedos y sus manos. 

Ayuda a tu hijo creando tantas oportunidades como sea posible de actividades que pueda realizar con éxito. La ropa para muñecas es demasiado complicada para él, pero podría ponerles capas o ponchos grandes a sus ositos de peluche (podrías cortar las capas y los ponchos de un trozo de fieltro).

 
Las pizarras de fieltro con figuras de personas y diferentes prendas de vestir también son perfectas, ya que permiten que los niños pequeños expresen su sentido de la moda (y su habilidad para separar diferentes prendas y colores) sin ser un reto demasiado grande. 

Las calcomanías que pueden usarse una y otra vez también podrían fascinarle, aunque las que son demasiado diminutas son difíciles de manejar para dedos pequeñitos

Si a tu hijo le encanta vestirse, proporciónale una caja llena de ropa y disfraces que pueda ponerse fácilmente: el abrigo y los zapatos viejos de papá o mamá, tus bufandas viejas y muchos sombreros. 

Cuando se trata de vestirse por la mañana, lo mejor y lo más fácil para tu pequeño a esta edad son los pantalones con cintura elástica, las camisetas que no hay que abotonar y los zapatos que se cierran con Velcro. Asegúrate de presentarle retos nuevos (un solo botón grande o un broche o botón de presión grande) sólo de uno en uno para no abrumarlo.


Dibujar y garabatear

Entre los 12 y 18 meses de edad, tu hijo probablemente intentará "escribir" haciendo marcas en el papel, y en algún momento entre los 18 y los 24 meses, te sorprenderá trazando líneas verticales y horizontales y puede que hasta un círculo. 

Aplaude estos logros tempranos y alentarás toda una nueva serie de habilidades. Dibujar con una cera requiere habilidades motoras finas como agarrar, por ejemplo, y además mejora el sentido visual de tu hijo y estimula su imaginación. 

Dale a tu pequeño artista grandes hojas de papel grueso y pégalas a la mesa con cinta adhesiva. Su creatividad se verá inhibida por los gritos de mamá si el dibujo llega hasta el mantel o si se rompe el papel y mancha lo que hay debajo. 

Las ceras gruesas y lavables en unos pocos colores primarios (para no abrumar) son una buena opción. Si tu hijo no está interesado, ofrécele otras alternativas: tizas para usar afuera, en el suelo de cemento de la entrada del patio, o papel sujeto a un caballete. 

Y no te olvides de dejarle pintar con los dedos. Aunque aprender a sujetar y manipular un objeto es importante, pintar con los dedos hace trabajar también las habilidades motoras finas y la creatividad de tu hijo. Si se cansa de las pinturas, prueba a imprimir marcas. Sus manitas y pies mojadas en pintura lavable y marcadas en un papel pueden crear un original papel para envolver regalos.

O aprovéchate de su interés en la naturaleza, y dale un pincel para poner pintura en hojas, bellotas, o pétalos de flores para usarlos como sellos fabricados en casa. Si eres valiente, déjale que pinte con yogur; así podrá ejercer sus habilidades motoras, ¡y luego divertirse chupándose los dedos! 


Apilar, separar y ensartar


Desde colocar cuidadosamente un bloque de madera encima de otro hasta ensartar aros de colores en un palo de plástico, apilar (y derribar, por supuesto) es una de las actividades favoritas de los niños de 1 a 3 años. 

También es una forma fantástica de que tu hijo use sus deditos cada vez más hábiles y mejore sus habilidades de separar y construir. 

Para hacer estas actividades arquitectónicas más intrigantes, deja que tu hijo experimente con bloques de diferentes tamaños, formas y colores, y ofrécele una amplia variedad de otros materiales para construir y manipular. 

Aunque todavía no está listo para los juegos con letras y números, tu pequeño de entre 1 y 3 años puede separar letras magnéticas, de las que se ponen en el refrigerador, por colores y tamaños. 

O enséñale cómo ensartar cuentas de plástico unas con otras. Cuando lo haga bien, ofrécele una agujeta gruesa y un trozo de fieltro con agujeros, o un cordel resistente y varias cuentas grandes de madera: pronto estará haciendo joyas comestibles (la pasta de colores que se puede ensartar o unos aros de fruta son perfectos para esto). 


Picar y pellizcar


A los niños de entre 1 y 3 años les encanta experimentar las cosas con sus sentidos: les fascina oler, saborear y tocar. Si le das a tu hijo materiales de tacto agradable y divertido para mantener sus manitas ocupadas, se divertirá mucho desarrollando su fuerza y agilidad. 

El barro para modelar invita al movimiento de las manos y de los dedos cuando tu hijo aplana, pica y moldea el material a su gusto. Unas cuantas herramientas sencillas, como un rodillo ligero y unos moldes de plástico para cortar galletas prolongan más esta actividad. 

Si tu pequeño parece renuente, prueba unos cuantos productos diferentes. Tal vez no le guste el olor de uno o la textura de otro. Y mientras más suave sea la masa de colores para jugar o la plastilina, más fácil es para las manos pequeñas moldearla. 

La masa de verdad, comestible, es por supuesto una delicia, así que cuando vayas a hornear algo dále un poco de masa para que haga su propio “pastel” y hornéalo con el tuyo (si no tienes muchas oportunidades para hornear, busca masa congelada en el supermercado). 

Por último, no olvides la masa que se hace con partes iguales de goma blanca (pegamento) y agua, que puede colorearse con tintura para alimentos. A los niños les encanta apretarla entre sus deditos y jugar con ella. 

Afuera (o en el sótano, si tienes uno grande), una cocinita para hacer pasteles de lodo o una zona para hacer castillos de arena crea oportunidades para usar esas mismas habilidades. 

Al moldear tu hijo una torre y colocar encima una pluma con mucho cuidado, no se dará cuenta de que está mejorando sus habilidades motoras finas, ¡pero tú sí! 


 

Fuente: 
http://espanol.babycenter.com/a8003151/estimula-las-habilidades-motoras-finas-de-tu-ni%C3%B1o-1-a-3-a%C3%B1os