
La metodología, la paciencia y la motivación, son claves a la hora de aprender un nuevo idioma.
El responsable del área de idiomas de la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas de España, Nick Flinn, es contundente al hablar de los cursos que prometen que el alumno dominará inglés en un mes: “se puede preparar a alguien para una porción específica del idioma en poco tiempo, pero eso no significa aprenderlo”. Su receta es clara: “paciencia, constancia, mucha lectura, motivación, objetivos claros y realistas”. Por su parte, los expertos aseguran que nunca se deja de aprender un idioma y recalcan que la paciencia y la motivación son fundamentales a la hora de ponerse manos a la obra.
En países como España el número de centros de enseñanza de idiomas aumentó un 33% y con ellos las denuncias por su calidad. Michael Leahy, director de British Council en Baleares advierte de que hay que ser “realista" y "tener claro el objetivo del curso”. “Tienes que decidir si quieres desarrollar una habilidad en concreto, para qué vas a utilizar el inglés después y no dejarse llevar por los cursos milagro”.
Los expertos señalan otras pistas para que el consumidor distinga lo bueno de lo engañoso. Es importante saber si alguna entidad de prestigio respalda la metodología y que plantee un mínimo de doscientas horas para alcanzar el nivel B1.
Anxó Pérez, lingüista y fundador de 8belts aconseja exigir al que oferta al curso una prueba de su eficacia. Para él la clave está en la metodología. “Nunca se aprende de forma pasiva, con esa fórmula en la que un alumno que se pasa la mayor parte del tiempo escuchando al profesor. El problema es que mucha gente sabe inglés pero no sabe usarlo”. Jo-Anne Cardinal, de Elingua, apunta que es fundamental personalizar la enseñanza: “Hay que saber cómo llegar a cada alumno, como darle en cada momento lo que necesita para que avance y se sienta motivado”. Cardinal se muestra optimista y añade que “no hay estudiantes imposibles”.