
Guardería, ludoteca, bebeteca, ‘kinder’, estos son algunos de los nombres de establecimientos pseudoempresariales que funcionan alejados de cualquier normativa oficial y de la consideración pedagógica que es tan importante en las etapas de desarrollo inicial de nuestros pequeños. A menudo en los barrios se identifica el crecimiento indiscriminado que han tenido últimamente este tipo de estableciminetos, debido a la gran demanda puesto que actualmente nos encontramos en la década de "falta de tiempo", pues de la manera dinámica como hoy en día se desarrollan nuestras vidas, permanecemos ocupados en actividades que nos alejan de lo que es realmente importante, como debiera ser el acompañamiento de nuestros hijos.
Estas falsas Guarderías se preocupan más por cobrar la matricula, pedir materiales o abrir cupos indiscriminadamente que por ampliar las áreas de estudio y actividad de los pequeños, contratar personal suficiente y calificado e implementar estándares de sanidad en sus establecimientos. Las ludotecas, que en realidad son parques de bolas, sin dedicarse integralmente a la atención de los menores, las cuales aunque sean lugares transitorios, deben garantizar una constante supervisión de las actividades en que involucran a nuestros hijos. Como padres debemos asegurarnos de algunas carácteristicas obligatorias que deben tener las Guarderías oficiales, como lo son: que tengan duchas y vestuarios, un lugar exterior, unas dimensiones mínimas de las aulas (al menos 1,5 metros cuadrados por cada niño), programas pedagógicos estructurados para atender y educar a pequeños de cero a tres años, vias de circulación, entre otras.
En Doc en Casa estamos convencidos de que la mejor inversión es la que se dirige a la primera infancia, pues garantiza la formación integral y el éxito educativo personal de nuestros hijos. En el ámbito internacional europeo se exige la misma preparación docente para todas las edades de educación infantil, puesto que los maestros sin una sólida formación tienden a implicarse menos en los juegos de los niños, haciendo que los niños se muestren más descontentos, lloren con más frecuencia y establezcan vínculos de apego más inseguros.
Por estas razones demebos tener mucho cuidado al escojer en manos de quienes dejamos la formación de nuestros hijos en edades tempranas, ya que en estos lugares debe realizarse un proceso de formación más que uno netamente de asistencia, pues se supone que el objetivo de las guarderías va más alla de tan solo “guardar”.