
“Dame una docena de niños sanos y bien formados y mi propio mundo específico para criarlos y les garantizo que elegiré a uno al azar y lo educaré de manera que se convierta en un especialista en cualquier ramo que yo elija” ….dijo el primer psicólogo conductista, Burrhus Frederc Skinner, al explicar su obra del comportamiento.
Skinner intentaba explicar, que el talento no es algo con lo que se nace, si no es algo que se desarrolla, todo depende de la formación que se le de a un niño.
A continuación, algunos pasos que pueden apoyar la identificación y potencialización de conductas en los niños que pueden llegar a convertirse en talentos que les abrirán muchas puertas y les ayudarán a cumplir sus sueños.
1. ¿Hobbies?
Lo principal que hay que identificar en un niño es lo que más le gusta hacer. Si aún no tiene un hobbie, es importante poner atención en las cosas que más disfruta hacer o tiene preferencia. Ir al parque, hacer cierto deporte, ir al cine, jugar juegos de mesa, pintar cuadernos para colorear, etc. Cada una de estas actividades dicta información importante, la cual puede convertirse en el desarrollo de un talento.
2. Fomenta el esfuerzo y no la habilidad natural.
Aunque a ciertos niños se les facilite hacer ciertas cosas, no significa que tu hijo no vaya a poder hacerlas. Es importante alentar a los niños y sugerirle que sigan intentando, antes de saltar a la conclusión de que probablemente no puedan realizar la actividad o tarea. En la formación de un niño, es clave que él vaya experimentando sus logros y sus fracasos, y es tarea de los padres cuidar que aquellos fracasos le afecten en su autoestima, ya que esto podría convertirse en una barrera para que continúe su desarrollo.
3. Fijar metas académicas altas.
La clave para exprimir el máximo potencial en tus hijos es haciéndoles creer que ellos pueden llegar lo más alto posible. Ayúdalos a desarrollar un sentido de orgullo personal. Si ellos saben que pueden lograr más, entonces lo van a hacer.
4. Procura llevar a tus hijos a lugares en los que puedan aprender.
Todos sabemos que los niños son como esponjas, todo lo que ven en su alrededor lo absorben de manera automática. Entonces, ¿por qué no rodearlos de situaciones que sean una oportunidad de aprendizaje? Opciones atractivas pueden ser los museos para niños, campos de verano educativos y cuentos con moraleja. Pero es importante recordar, que los mismos padres son el primer ejemplo que los niños tienen de su medio ambiente, por lo que deberá cuidar su comportamiento y procurar que éste fomente el aprendizaje.
5. “¿Burro o listo?”
Recuerda que estas etiquetas están obsoletas. No hay tal cosa como ser más o menos inteligente, simplemente hay distintos tipos de inteligencia. Considerando la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner: existen muchos tipos de inteligencia: la verbal, lógico-matemática, espacial, interpersonal, etc. Si tu hijo tiene dificultad para realizar ciertas tareas, no significa que no sea inteligente, es simplemente mejor en otras cosas. Es importante identificar y celebrarle aquellas tareas que desempeña de mejor manera, y tener cuidado en no caer en el “no soy lo suficientemente bueno para hacer algo” y utilizar la etiqueta de “burro” ya que esto le puede perjudicar por el resto de su vida.
Recuerda:
Un niño con autoestima es un niño que se desempeñará de mejor manera en cualquier situación.